los jaspes son variedades microcristalinas de sílice que pertenecen a la familia de los cuarzos. Son más intensos cuando hay mayor concentración de óxidos y minerales arcillosos. En este caso son los jaspes ocres, rojos o pardos.
Otras veces muestran dibujos que derivan de diversas estructuras, como la orbicular, que originan unos tipos de jaspes muy curiosos y menos conocidos. Éste es el caso del jaspe piel de leopardo.
Los yacimientos más importantes se hallan en varias regiones de Estados Unidos, en los Uráles meridionales, la India y Sudáfrica.
En el Renacimiento se puso de moda este tipo de jaspe entre las clases medias, los artistas, filósofos y estudiantes, por sus colores pero también por la creencia de que entre sus virtudes estaba la de potenciar la creatividad.
Este tipo de jaspe se utiliza para rituales mágicos desde tiempos ancestrales y es muy valorado por sus virtudes pues aporta equilibrio físico y emocional que ayudan a luchar contra el miedo y el egoísmo.
Aporta mayor claridad de pensamiento, ayudándonos a distinguir la verdad de la mentira y a librarnos de la falsedad, ya sea de los afectos o de situaciones profesionales o sociales, que no tienen base sólida, sino que están asentadas en mentiras, lo que puede hacer mucho daño.
Es una piedra útil para los estudiantes y los que se dedican a la investigación, pues potencia la memoria. También favorece a personas mayores y a los que han padecido amnesia.
En el plano físico, va bien para las afecciones de vesícula, colon e intestinos.
Favorece al chakra del plexo solar, que influye en el desarrollo de la personalidad, la fuerza de voluntad y la confianza en uno mismo.
En el Tarot, se la relaciona con la carta del Colgado.
En Astrología, favorece a los signos de Virgo y Escorpio y a los planetas de Mercurio y Plutón.
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